domingo, 3 de junio de 2012

ECONOMÍA: Curso de Economía Política (clase 8): El problema de la dominación

El totalitarismo democrático

- De acuerdo con el filósofo alemán Herbert Marcuse la sociedad industrial contemporánea es totalitaria pues no es sólo «totalitaria» una coordinación política terrorista de la sociedad, sino también una coordinación técnico-económica no-terrorista que impide el surgimiento de una oposición efectiva contra el todo.

La libertad como instrumento de dominación

-  La idea de libertad se puede convertir en un poderoso instrumento de dominación pues mejor forma de perpetuar la  esclavitud es haciéndole creer al esclavo que es libre.
- La libre elección de amos no suprime ni a los amos ni a los esclavos. Escoger libremente entre una amplia variedad de bienes y servicios no significa libertad si estos bienes y servicios sostienen controles sociales sobre una vida de esfuerzo y de temor, esto es, si sostienen la alienación.

Los medios de comunicación como instrumentos de dominación

- Los medios de comunicación se constituyen como instrumentos de dominación porque “colonizan” nuestra subjetividad invadiéndola en su totalidad, a la vez que nos venden intereses extraños como si fueran los nuestros, manipulan la información y diluyen su contenido por medio de su difusión y proliferación de modo fragmentario, inmanejable y frenético.

La producción de necesidades como instrumento de dominación

- El sistema de producción de necesidades del capitalismo contemporáneo funciona como un poderoso instrumento de dominación pues hace al individuo dependiente de un sistema de producción que se autoexpande y autoperpetúa en su propia dirección preestablecida; guiada por las crecientes necesidades que genera y, al mismo tiempo, contiene.

La tecnología como instrumento de dominación

- En el medio tecnológico, la cultura, la política y la economía, se unen en un sistema omnipresente que devora o rechaza todas las alternativas. La productividad y el crecimiento potencial de este sistema estabilizan la sociedad y contienen el progreso técnico dentro del marco de la dominación.

El bienestar como instrumento de dominación

- La conciencia feliz —o sea, la creencia de que lo real es racional— refleja un nuevo conformismo que se presenta como una faceta de la racionalidad tecnológica y se traduce en una forma de conducta social.
- Si los individuos están satisfechos hasta el punto de sentirse felices con los bienes y servicios que les entrega la administración, ¿por qué han de insistir en instituciones diferentes para una producción diferente de bienes y servicios diferentes? 

ECONOMÍA: Curso de Economía Política (clase 7): El problema de la alienación

La esencia del hombre y la alienación

- El problema de la alienación consiste en que el hombre, en su existencia, vive fuera de su esencia.
- La alienación se manifiesta en el hecho de que el individuo alienado no tiene verdadero contacto consigo mismo ni con los demás; a la vez que no se siente dueño de sus actos, sino que es gobernado por éstos.

El fenómeno del materialismo

- De acuerdo con el filósofo alemán Martin Heidegger el gran problema del hombre moderno en el “tecno-capitalismo” es que se olvida de la “verdad del Ser” y se entrega al “dominio de los entes”.
- Según el filósofo y teólogo polaco Karol Wojtyla el tipo de desarrollo que promueve el capitalismo actual está orientado al tener y no al ser, siendo que se quiere tener más no para ser más, sino para consumir la existencia en un goce efímero que se pone a sí mismo como fin.

El fenómeno de la amoralización

- El mercado funciona esencialmente como un sistema en el que confluyen compradores y vendedores para intercambiar bienes y servicios vía precios. Cada uno de estos elementos contribuye a disolver las diferencias cualitativas y de fondo entre las cosas, personas y situaciones, los cuales son, a su vez, los elementos constituyentes de la responsabilidad moral.
- De acuerdo con el filósofo y teólogo polaco Karol Wojtyla el sistema capitalista se constituye como una “estructura de pecado”, es decir, una estructura tal que en la que si uno quiere ser virtuoso tiene que hacerlo sobre y hasta en contra de ella.

El proceso de cosificación

- Tal como explica el filósofo Immanuel Kant el hombre es ante todo un fin en sí mismo y nunca debe ser tratado como un medio, ni por sí mismo ni por otros. Pero es justamente así (como un medio) que es tratado en el sistema capitalista.
- Por otra parte, en el sistema capitalista es el capital el que tiene la primacía en las relaciones de producción, de modo tal que en vez de que el capital esté al servicio de los hombres, son los hombres los que están al servicio del capital.

El proceso de cuantificación y abstractificación

- El hombre es ante todo un ser concreto con un valor intrínseco, sentimientos y dignidad. Pero en el sistema capitalista tiende a ser considerado como una cifra abstracta o hasta en términos de valor de cambio.
- Las magnitudes con las que tratamos en el capitalismo industrial rebasan por mucho el límite de cualquier de experiencia humana concreta. De este modo la ciencia, los negocios, la política y las comunicaciones pierden todos los fundamentos y proporciones que los harían susceptibles de ser vividos y sentidos humanamente. 

ECONOMÍA: Curso de Economía Política (clase 6): La teoría marxista del socialismo y el comunismo

La contradicción intrínseca del capitalismo

- El fin de la producción capitalista es la creación y acumulación de plusvalía; los medios, la expansión de las fuerzas productivas.
- Los medios son más grandes que el fin y, por tanto, el capitalismo está envuelto en una contradicción insoluble que se agrava cada vez más a medida que progresa éste. Su fin es inevitable.

La revolución proletaria

- Mientras más grande se hace la contradicción del capitalismo, siendo las crisis más recurrentes, las fuerzas dinámicas de la producción entran en conflicto con las relaciones estáticas de producción.
- La concentración de los capitales en un número de manos cada vez menor y un proletariado cada vez más conciente de su condición, llevarán a una necesariamente a revolución violenta por parte de la clase obrera para apropiarse del Estado.

El socialismo

- Una vez que el proletariado, organizado políticamente, se apropia del Estado establece un régimen de “dictadura del proletariado” conocido como “socialismo”.
- El Estado socialista, una vez “expropiados los expropiadores”, se hace propietario de todos los medios de producción y organiza la producción, repartiendo la totalidad del producto entre los trabajadores por medio de bonos de trabajo.

El comunismo

- A medida que va progresando el socialismo el Estado se va haciendo cada vez más innecesario, pues los expropiadores ya habrán sido expropiados y desaparecerá la explotación junto con todos los demás elementos de subordinación.
- Por tanto, luego de un periodo de tiempo, terminará la dictadura del proletariado y se dará paso a un nuevo tipo de sociedad en la que no habrá clases ni Estado ni explotación, en la que el hombre se habrá recuperado plenamente a sí mismo y habrá desaparecido la alienación. Esta nueva sociedad, fase suprema de la evolución de la historia, es la que se conoce con el nombre de “comunismo”.

ECONOMÍA: Curso de Economía Política (clase 5): La teoría marxista del desarrollo capitalista

La reproducción capitalista

- La reproducción es la condición primera del movimiento económico de una sociedad. Cualquiera que sea la forma social de producción, debe ser continua. Una sociedad no puede dejar de producir, como tampoco de consumir.
- La producción capitalista implica necesariamente una reproducción capitalista. Esto significa que parte del capital empleado con el objeto de obtener plusvalía deberá emplearse de nuevo del mismo modo.

La ley de la acumulación capitalista

- La acumulación no es más que la transformación de plusvalía en capital. Una vez que se vende el producto, la plusvalía se convierte en una suma de dinero capaz de ser utilizada como capital, sumándose al monto original que se usó de ese modo.
- Se llama “acumulación originaria” a aquella que no es resultado del modo de producción capitalista sino que se constituye como su punto de partida, realizándose por medios violentos e ilícitos.

Concentración creciente y centralización de la industria

- La competencia hace que los capitalistas se vean empujados a abaratar sus productos, lo cual requiere de una mayor productividad y una mayor utilización de capital. Ello trae como consecuencia la eliminación progresiva de los pequeños capitalistas que no pueden sobrevivir en tales condiciones.
- De este modo, la industria se va centralizando progresivamente y el poder económico se concentra cada vez más en menor número de manos.

Tendencia decreciente de la tasa de ganancia

- Como la plusvalía procede del trabajo es de esperarse que los capitalistas busquen métodos de producción intensivos en trabajo. Sin embargo, por causa de la competencia, se ven compelidos a sustituir trabajo por capital para abaratar el costo de las mercancías.
- Este aumento en la proporción de capital constante hace que aumente la composición orgánica del capital y, por tanto, que disminuya la cuota de ganancia.

Pauperización creciente de la clase obrera

- Como el capital variable utilizado en la producción disminuye a medida que progresa la acumulación tenemos que este proceso crea necesariamente un sobrante de población obrera disponible para la explotación que Marx llama “ejército industrial de reserva”.
- La magnitud relativa de este ejército de reserva aumenta a medida que el capitalismo se desarrolla. De esta manera, tenemos aquí la “ley general de la acumulación capitalista”: cuanto más progresa el capitalismo, peor es la situación de la clase trabajadora.

Crisis y depresiones

- El origen de las crisis está en el fenómeno de la sobreproducción y se manifiestan como depresiones.
- Estas crisis se hacen cada vez más frecuentes a medida que progresa el capitalismo.

ECONOMÍA: Curso de Economía Política (clase 4): La teoría marxista de la explotación capitalista

La teoría del valor-trabajo

- En su análisis de la mercancía Marx busca ese “algo común” a todas las mercancías que explica su valor de cambio. Excluye de su examen a los bienes naturales por no ser productos del trabajo y descarta que el “algo común” buscado sea la utilidad porque esta depende de las propiedades específicas de cada mercancía.
- De este modo, sólo queda algo común a todas las mercancías: ser productos del trabajo. Por tanto, es sólo la cantidad (el tiempo) de trabajo socialmente necesario invertido en la producción de una mercancía lo que determina su valor.

La plusvalía

- De acuerdo con Marx, las mercancías se intercambian en el mercado en correspondencia con la cantidad de trabajo que llevan incorporado, es decir, por su valor. Por tanto, el origen de la ganancia capitalista no se encuentra en el intercambio y, en consecuencia, hay que buscarla en la esfera de la producción.
- Como el valor de los bienes producidos viene dado únicamente por el factor trabajo tenemos que todo este valor es producido por el obrero. Pero el obrero no recibe el producto íntegro de su trabajo sino tan sólo el salario mínimo de subsistencia. De este modo, se crea un excedente entre lo que vale el bien producido por el trabajo del obrero y la retribución que se le paga. Este excedente es apropiado por el capitalista y se conoce con el nombre de “plusvalía”.

La jornada laboral

- A partir del concepto de plusvalía Marx infiere que la jornada de trabajo se divide en dos: tiempo de trabajo necesario (en que el obrero produce el valor equivalente a sus medios de subsistencia, es decir, su salario) y tiempo de trabajo excedente (en que el obrero produce el valor que será apropiado por el capitalista, es decir, la plusvalía.
- El desarrollo de la moderna industria trae como consecuencia inevitable el alargamiento de la jornada laboral porque, mientras las máquinas permanezcan inactivas, el capital no está siendo productivo.

La plusvalía absoluta y la plusvalía relativa

- La plusvalía absoluta es la obtenida mediante la prolongación de la jornada de trabajo.
- La plusvalía relativa es aquella que surge a consecuencia de disminuir el tiempo de trabajo necesario y de aumentar correspondientemente el tiempo de trabajo adicional como resultado del crecimiento de la productividad del trabajo.