jueves, 12 de junio de 2014

EVA, LA SERPIENTE Y LA ECONOMÍA HEREJE

Adaptación del texto publicado por JUNIOR NICANOR MAMANI ROBLES (https://www.facebook.com/junior.poe.1/posts/314728778684257), de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima-Perú), Decana de América. 


                        (Una muestra de cómo la economía hereje va calando entre los nuevos economistas...)


Erase una vez en el jardín de San Marcos que una linda estudiante recién ingresada a Economía llamada Eva paseaba muy feliz observando con sus grandes ojos. De pronto se encontró con el árbol de los mercantilistas (en un cartelito decía: “Si coméis de este árbol podrás trabajar en el Ministerio de Energía y Minas”). “¡Wao!”, se dijo Eva.

Eva prosiguió su paseo y se encontró con el árbol de los fisiócratas (en un cartelito decía: “Si coméis de este árbol podrás trabajar en el Ministerio de Agricultura”). En ese momento Eva pensó: “Este fruto se ve delicioso pero quizás hay un más sabroso”, y prosiguió su paseo.

Se encontró entonces con el árbol de los socialistas. Este árbol tenía algo en particular (en su cartelito decía: “Si coméis de este árbol podrás escoger entre 5 puestos de trabajo: Ministro de Economía en Cuba, en Venezuela, en Rusia, en China o también te puedes ir a la… oye!… a la Antártida también te puedes ir si deseas). Eva decidió postergar su decisión de comer o no de ese árbol. Pero entonces Eva se percato de algo extraño: ese árbol compartía la raíz con otro. En la rama intermedia decía: “Aquí yace el árbol de los clásicos”. Y al otro lado crecía otro árbol, que a diferencia de los demás tenía muy poco frutos, pero también tenía un cartelito que decía: “He aquí el árbol que estabas buscando, he aquí el árbol que va a satisfacer tu hambre de conocimiento, si coméis de este árbol podrás trabajar en donde quieras”.

Eva estaba muy segura de que quería comer de este árbol, pero antes quería ver qué era de ese árbol que estaba en el centro que a diferencia de los demás que tenían un tronco muy grueso, tenía un tronco delgado y muy largo, aunque, eso sí, era muy frondoso. Tenía un cartelito que decía: “Está prohibido comer de este árbol, si lo hicieres no tendrás trabajo en ninguna parte… Atentamente: Los neoclásicos ‘ortodoxos’”.

Eva estaba conmocionada, un tanto asustada. Decidió dar media vuelta y regresó al árbol de los neoclásicos; pero escuchó un ligero silbido y volteó a ver de qué se trataba. Frente a ella estaba, pues, una serpiente. Eva por supuesto le preguntó: “¿Y tú quien eres?” A lo que la serpiente le contestó: “Soy la serpiente”. Eva replicó: “Ya sé, ¿pero cuál es tu nombre?” Entonces la serpiente le dijo en voz baja: “Eso no te lo puedo decir”. Eva se molestó y le dijo: “¿Por qué?” La serpiente le respondió: “Es que la persona que escribió esto no me puso nombre”. Eva le dijo entonces: “Bueno, ¿pero qué es lo quieres?” Entonces la serpiente le dijo: “Te invito a probar del árbol de Dante Abelardo Urbina Padilla”. “¿Pero qué dices serpiente? Allí dice que si como de ese árbol no tendré trabajo”, explicó Eva. “Eso es una mentira -replicó la serpiente- si comes de este árbol podrás ver la realidad como verdaderamente es, la diferencia en la cantidad de conocimientos que adquieras comiendo de este árbol con respecto al árbol de los neoclásico será enorme. Y eso sin mencionar su calidad, por supuesto. Además, Eva, ¿sabías que en el año 1929 los que consumieron del fruto del árbol de los neoclásicos perdieron su trabajo?”. Eva sorprendida dijo: “¿De verdad? No puede ser…”. “Sí, Eva -prosiguió la serpiente- y nada te asegura que esta vez no pase lo mismo. Pero yo te recomiendo consumir de los dos, para que tu conocimiento sea completo”. “Está bien”, dijo Eva. Y cogió el fruto en su manos, lo acercó a su boca, lo probó y entonces…

¿Quieren saber qué sintió Eva? Pues entonces les invito a probar de esta manzana llamada Dante Urbina, les aseguro que no se van a arrepentir: http://youtu.be/qp20kTMsjys

Se adjuntan a continuación las imágenes que el Sr. Junior Mamani compartió junto con la publicación: